Mamen Horno
Psicolingüista. Profesora Titular e Investigadora del Instituto Universitario de Investigación en Patrimonio y Humanidades (IPH).
Soy filóloga, Dra. en Lingüística y licenciada en Psicología clínica. En mi investigación me ocupo del modo en el que se almacenan las palabras en el cerebro, cómo se aprenden, cómo se procesan y cómo y por qué se olvidan. También me interesa cómo afectan las palabras a nuestra salud, mental y física. Me apasiona la divulgación en todos los formatos. En el Grupo de investigación al que pertenezco (Grupo Psylex) llevamos desde 2009 organizando charlas, talleres y seminarios. En Twitter, he creado el proyecto #Twitterparalingüistas, donde humor y ciencia se mezclan para divulgar lingüística. Escribo una columna mensual en Letras Libres y de forma esporádica en Archiletras, Aragón Radio y otros medios de comunicación. Mi participación en RISArcharser ha sido un sueño hecho realidad, pues ahí se mezcla mi amor al teatro, mi pasión por la divulgación y mi admiración a mis compañeros.
¿Cómo y dónde se almacenan las palabras en el cerebro? ¿Cómo se procesan en tiempo real? Las técnicas de neuroimagen han permitido descubrir que las neuronas que utilizamos para procesar el lexicón mental son las mismas que usamos para vivir. De algún modo, hablar, leer y escribir no deja de ser una simulación de actividad. Por lo que, cuantas más palabras procesemos, más vidas podremos vivir.
Es sumamente importante que controlemos el modo en el que nos hablamos a nosotros mismos. La mayor parte de nuestras emociones no dependen solo de lo que nos sucede (que también), sino de cómo nos contamos lo que nos sucede. Las palabras con las que nos hablamos modulan cómo nos sentimos y, por tanto, cómo actuamos. Comenzar a controlar nuestra voz interior es, por tanto, el primer paso a la felicidad.
Los seres humanos nacemos de forma muy prematura, cuando nuestros cerebros todavía no están formados. Durante los primeros años de vida se produce una neurogénesis muy importante y las distintas neuronas se van organizando en redes a través de la experiencia. En este proceso, la(s) lengua(s) maternas de los individuos son cruciales. Ellas nos hacen ser quienes somos. De ahí que sea fundamental asegurar que todos los seres humanos pueden tener acceso a una lengua materna en sus primeros años de vida, sea oral o de signos. Y de ahí también el respeto que merecen las lenguas maternas en general.