Catedrático de Ingeniería Química y nanotecnólogo.
Entré en la Universidad algo despistado, como la mayoría, y me dirigí hacia la Ingeniería Química porque quería estudiar algo que fuese un híbrido entre la Física y la Química. La investigación me fascinó desde antes de terminar la carrera y nunca me he arrepentido de haberme dejado engatusar, todo lo contrario. Luego se cruzó en mi camino la nanotecnología y encontré campos de investigación aplicada aún más interesantes. Hoy en día en mi grupo trabajamos en desarrollar una amplia variedad de técnicas para la síntesis precisa de nanomateriales, que después aplicamos en áreas tan diversas como la catálisis medioambiental, la producción y almacenamiento de energía, el reconocimiento molecular aplicado a la detección de compuestos tóxicos en ultratrazas o en desarrollar nuevos métodos de diagnóstico y terapia en nanomedicina.
Sí, es verdad, los descubrimientos se consiguen con un 10% de inspiración y un 90% de transpiración… casi siempre. De vez en cuando aparece el factor suerte o chiripa, aunque ahora lo llamamos serendipia, que queda mucho más fino y elegante. Y cuando eso ocurre, los saltos pueden ser espectaculares. Momentos Eureka de los buenos. Un breve recorrido histórico desde el principio de Arquímedes hasta el fármaco Viagra convencerá hasta a los más incrédulos de la audiencia.
La ciencia está en peligro por falta de científicos que consigan emparejarse y transmitir el entusiasmo por la investigación a sus descendientes. Si los científicos no ligan, pasarán a engrosar el catálogo de especies en peligro de extinción. ¿Qué hacer ante esta amenaza cósmica? Flirteo para Dummies es un sencillo manual diseñado para convertir al ejemplar más huraño del laboratorio en un irresistible seductor.